La temporada 35 marca un hito en la evolución y rediseño del Festival, con el objetivo de situarlo entre los más destacados de Europa y dotarlo de una identidad propia aún más fuerte. El director Esteban Ocaña buscaba transmitir esta transformación a través de una nueva imagen y estrategia.

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En este sentido, el estudio Superfluido ha sido el encargado de encajar las piezas y conectar los nuevos atributos de marca, como el liderazgo, la experiencia, la vanguardia y el eclecticismo, a través de una identidad visual. Hemos ideado un nuevo concepto y diseño, centrados en que la identidad fuese más moderna, creativa y memorable, con proyección de futuro.

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El concepto central es la INSPIRACIÓN y representa la promesa de marca, que impregnará todas las acciones del Festival. El nuevo logotipo hace alusión a las formas que se dibujan en el aire con los movimientos gestuales del director de orquesta y su batuta, evocando la unión entre lo abstracto y lo físico.

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Con este rediseño, la marca crece y se enriquece con recursos gráficos que le permiten ser dinámica y adaptarse a nuevos contextos. Además, la identidad comprende tipografías, una paleta de colores y diversos recursos visuales. Para transmitir el concepto de inspiración, hemos creado una pieza audiovisual cargada de simbolismo en colaboración con Manuel Rodríguez, un coreógrafo y artista visual ubetense afincado en Barcelona. Él ha estado a cargo de la dirección, la edición y el color, acompañado por Gabriel Tineo en la cámara, la bailarina Elena Castellanos y la violinista Sarai Pintado.