Antonio Cuenca
Claves para crear una marca o lanzar un nuevo producto

¿Estás pensando en crear una marca o lanzar un nuevo producto?. Te explicamos algunas claves para orientarte por donde empezar. Vivimos tiempos inciertos pero es precisamente esa inseguridad la que abre nuevas oportunidades para las marcas. Las crisis ponen en evidencia las carencias de las personas y empresas y nos invitan a mirar que tenemos que mejorar. Lo primero que debes saber es que como buena marca, tenemos que ser nosotros mismos, diferentes, con personalidad y hagamos que la experiencia que ofrecemos sea única. El nuevo reto al que se enfrentan las empresas es ser capaces de crear experiencias en el entorno On y Off. Poner al cliente en el centro nos permitirá crear espacios de relaciones que conecten y no solamente vendan. Para lanzar nuevos productos o servicios hay que preguntarse cuáles son los valores de nuestros clientes y cuál es el propósito de la marca. En esta nueva era, las marcas hay que verlas como un activo holístico, es decir, como un todo. Una marca, es una promesa de valor y no son nada si no la cumplen. El cliente no está separado de la marca, no hay marca sin clientes. Las que entiendan bien que necesita su audiencia en cada momento son las que tendrán más éxito. Es sabido que no solo el producto define a una marca, es algo que se venía haciendo, pero que después de está crisis sanitaria se va a multiplicar. Conectarán cada vez más con los valores y las necesidades de las personas, son lo que se conocen como las marcas con propósito. “Ningún viento es favorable para quien no sabe dónde va”. Séneca Si no sabes a hacia dónde te diriges con lo que haces, ni a quién, ni porqué, no tendrás una marca, tendrás un negocio o un logotipo pero no serás una marca. Una gran marca ofrece una propuesta de valor y la cumple. Se construye a lo largo del tiempo y consiste en trabajar la percepción que proyecta al mundo. La percepción que se tenga de ella y el valor que sea capaz de generar será fruto del goteo constante de acciones, siempre con significado y sabiendo para quien se hacen. Las marcas que son valiosas es porque han sabido obtener y dar al mismo tiempo. Construirla es un proceso largo, pero hay herramientas que te ayudan en la tarea.
Establece tu estrategia de marca.
Tener una estrategia de marca es fundamental para enfocar la propuesta de valor y hacerla distintiva. El desarrollo de la estrategia tiene que estar alineado y construido en base a su promesa. La estrategia debe de estar bien enmarcada en un territorio que nos permita ser percibidos de una forma definida, el usuario debe de tener claro dónde estamos y para qué hacemos lo que hacemos. “Hoy las empresas valen más por sus Marcas que por otros activos tangibles”. Andy Stalman
Planificación, ejecución y gestión.
El branding es la herramienta que ayuda a planificar, ejecutar y gestionar el valor de la marca a lo largo del tiempo mediante un goteo constante de acciones. Una idea de marca no es un eslogan, es el propósito que recoge lo que mueve a la compañía, el porqué de lo que hace, su misión. Un ejemplo de idea de marca que engloba todo lo que hace la compañía sería el caso de Apple con su “Think Different”.
La arquitectura de la marca.
Conociendo la propuesta de valor, se podrá crear una acertada arquitectura de marca que desarrolle nuevos productos de forma optimizada sin dar palos de ciego e improvisar por el camino. Es la hoja de ruta que permitirá adoptar la solución adecuada para cada producto. Son los cimientos, la estructura que articulará todo lo que hagamos. Saber a dónde nos dirigimos es crucial para ayudará a tomar decisiones que aseguren mayores tasas de éxito y que nuestra empresa no se convierta en un «popurrí» o «Frankestein» de productos inconexos y sin sentido. Invertir en esto desde el principio es importante porque se analiza, se separa el grano de la paja y a la larga nos ayudará a ahorrar dinero y esfuerzo por el camino.
Una imagen vale más que mil palabras.
Aquí es donde empezamos a generar percepciones mediante el uso de la identidad visual. El diseño como herramienta, consiste en hacer visible la estrategia y la idea de marca pasándola al plano físico. El buen diseño facilitará que todo esté conectado en tu entorno físico y virtual, es el primer impacto que tu audiencia percibe. El poder del diseño nos permite personalizar y diferenciar nuestra idea de marca ayudando a ser identificables en un mercado cada vez más atomizado. El diseño en branding no es decoración, por tanto será el resultado de la conceptualización basada en la proposición de valor. Si se trabajó la arquitectura de marca, el diseño será acertado y posiblemente perdurable en el tiempo. Pero recuerda que cuando el usuario cuando vea la identidad visual de tu marca, tendrá una percepción de ella basada en lo que hayas decidido ser y hacer. Ejemplo: El nuevo diseño de packaging de Cola Cao solidarizándose con los trabajadores que han sido fundamentales en la pandemia.
Mide y evalúa
Todo se va a tecnificar y se usarán datos para ser competitivo, por eso medir y evaluar el impacto de todas nuestras acciones, nos permitirá saber si estamos acertando, seguir anticipándonos o cambiar con rapidez en un entorno incierto. Cuestionar lo que hacemos en base a datos medibles será decisivo para evaluar el estado de nuestra marca y tomar decisiones, actualizarse y detectar nuevas oportunidades. “Si no sabes sonreír no abras una tienda”. Proverbio chino. Por último y sobre todo empieza poniendo en práctica este proverbio, que algo ya sabía de branding. Empatiza y escucha si quieres atraer seguidores y empezar a crear una auténtica experiencia. Hay que tener conversaciones bidireccionales. Las marcas ya no solamente venden productos, venden experiencias, ya no se dirigen a consumidores, se dirigen a audiencias. Las audiencias a diferencia del consumidor tradicional, están empoderadas, dialogan con las marcas, son proactivos y tienen relaciones con ellas para obtener un beneficio mutuo. Bienvenidos a un mundo donde todo fluye.
Antonio Cuenca